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lunes, 2 de mayo de 2022

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO

Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo

Ilustraciones Históricas

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO


REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO

“Una guerra es un acto brutal y despiadado, donde el ser humano puede sacar lo peor de sí.”

¿Quién es Joaquín Muñoz Gallardo ?

Bueno, primero que todo, me gustaría dar mis saludos y agradecimientos por invitarme a ser parte de esta entrevista.

Me es muy grato poder presentar mi trabajo, no solo por medio de los mismos dibujos, sino que, a través de estas líneas, en las cuales espero que el lector conozca aún más de mí y de mi hobby, así como de las historias que estos representan. Soy traductor técnico EN-ES desde hace 2 años (es lo que estudié) y es a lo que me dedico de manera profesional. Mis hobbies favoritos son dibujar y andar en bicicleta por cerros. Con respecto al primero de estos, me he dedicado de manera amateur desde que tengo uso de razón, pues desde muy pequeño me mostré interesado en el dibujo, ya que mi abuela y mi mamá me fomentaban esto cuando me hacían dibujar barquitos y muchas otras cosas. Con el tiempo, por lo que me han contado, me gustó la cosa y, bueno… aquí estoy.

¿Desde cuándo surge tu interés por dibujar personajes y episodios históricos?

La verdad es que no recuerdo en qué momento de mi vida empecé con el tema histórico, ya que desde que tengo uso de razón me gusta la cosa. Lo que sí puedo decir es que es mi papá fue el que me compartió ese gusto por la historia. Bien recuerdo las visitas al Huáscar que hacíamos con mi familia cuando no tenía más de 10 años. Con el tiempo comencé a interesarme por la Segunda Guerra Mundial y todo lo relacionado con ella (¡era casi una obsesión!), pues en el colegio lo único que hacía era dibujar uniformes, tanques y batallas de los distintos bandos en contienda. Leía sobre la historia de Chile, pero no era tanto como mi afán por el teatro europeo. Además, cuando niño mi papá me regaló un tomo de Histocomix, «Mil recuerdos de gloria», el cual recuerdo leerlo y copiar sus dibujos infinitas veces. Ya hace unos años fue cuando leí la trilogía de Carlos Tromben («Huáscar», «Balmaceda» y «Santa María de Iquique»), y que las circunstancias de la vida me llevan a pasar un buen tiempo en Perú, activando nuevamente ese interés por los episodios nacionales, siempre centrándome en la Guerra del Pacífico o del guano y salitre. Es así como termino dibujando episodios de la Guerra de 1879 y, últimamente, sobre la Guerra Civil de 1891.

¿Qué dibujantes tienes como referente o mentores para desarrollar tus creaciones?

Mis referentes nacionales serían Christian Olivares de Histocomix, Juan Crass, Christian Rivadeneira, Javier Campos S. y Patricio Greve; así como las obras de Thomas Somerscales y Pedro Subercaseaux, quienes retrataron episodios nacionales de manera magistral (ojalá llegar a pintar como ellos algún día, jajaj). Fue gracias a los comics de Christian Olivares que hice mis primeros dibujos de la guerra contra el Perú y Bolivia, y es gracias a las ilustraciones e investigaciones de don Patricio Greve que puedo realizar los dibujos con la precisión histórica que me gusta lograr. En los trabajos de don Patricio he visto a un ilustrador muy bueno, que ha hecho algunos de sus dibujos; lamentablemente, no sé su nombre. Fuera de Chile, soy muy fan de los trabajos de Don Troiani, Jeff Trexler, Keith Rocco y Graham Turner; todos ellos ilustradores o artistas históricos cuyos trabajos son impresionantes, basados principalmente en la independencia y guerra civil estadounidense.

¿Cuáles son los temas o episodios históricos que más te interesan graficar?

Principalmente, me enfoco en la Guerra del Pacífico. Me gusta retratar las batallas tal como fueron, los lugares, en qué parte y momento de la batalla estuvieron las unidades: los uniformes; lograr la mayor precisión al ilustrarlos, para así tener una aproximación a cómo eran en ese entonces. De esta forma, empezar de a poco a romper los clichés que se tienen sobre esta guerra, pues ¿todos vestían de rojo y azul como se cree?

Lo mismo me pasa con la Guerra Civil de 1891, en la cual estoy enfocado casi al 100 %, últimamente. Aunque con esta tengo una relación distinta, más cercana, ya que soy de la V Región (Quilpué/Villa Alemana).

Pero a esta guerra le sumo otra cosa, la cuál es el olvido. Con los dibujos pretendo traer a la memoria aquellos episodios que, por la nula educación del tema o vergüenza, han quedado en el completo olvido.

Finalmente, para terminar la respuesta a esta pregunta, me gustaría agregar que, en cada uno de mis dibujos, trato de alejarme un poco de esta versión algo más «chovinista» de la historia, para centrarme en el soldado, en sus emociones, pensamientos y vivencias. La guerra puede traer muchos sentimientos, pero nunca debemos olvidar que esta es cruel, violenta, horrenda y que trae devastación a los pueblos que la viven.

¿Qué textos, libros, crónicas o relatos históricos te han generado mayor inspiración?

¡Muchos! Jajaja… Sin embargo, me quedo con «Mi campaña al Perú», de Justo Abel Rosales; «Lo que yo vi, apuntes de un reservista sobre las jornadas del 13 y 15 de enero de 1881», de Alberto Ulloa; «Mi diario de campaña», de Alberto del Solar; «Seis años de vacaciones», de Arturo B. S., «Recuerdos de 1891», de Ricardo Cox; «Reminiscencias de un ex tercerano», de Víctor J. Arellano; y, finalmente, «La revolución de 1891», de Aníbal Bravo Kendrick.

 

¿Cuáles son tus vínculos con Perú y qué nos puedes contar de aquel maravilloso país y de su gente?

La vida me llevó al Perú por primera vez el año 2015, cuando viajamos con mi familia a Arica y pudimos ir por el día a Tacna; aunque, por tiempo no pasamos al Campo de la alianza. Luego de varios años, la vida me llevó hasta Lima, ciudad que prácticamente intercambiaba con Quilpué hasta hace unos años. Por lo tanto, podríamos decir que mi relación con aquel país es casi familiar. Incluso llegó un momento donde era “uno más” y pensé hacer mi vida allá. Perú es un país maravilloso y cargado de cultura e historia. Estos aspectos fortalecieron mis lazos con la historia chilena, ya que pude recorrer los campos de batalla, donde muchos de mis compatriotas entregaron su vida, así como muchos peruanos la dieron en la defensa de su tierra. La verdad es que me siento afortunado y privilegiado por haber podido caminar por Chorrillos, Miraflores, Callao, Ancón y la sierra central peruana; estar en Huancayo y Concepción hace que se le erice la piel a uno.

Por cosas del destino, mi travesía por el país del norte terminó el año 2020, cuando tuve que volver en plena pandemia (fui uno de los repatriados). Sin embargo, me quedo con los mejores recuerdos de esa tierra y de su gente. Si, quien lea esta entrevista, tiene la oportunidad de viajar para esos lados, se lo recomiendo completamente. ¡No se arrepentirá, sobre todo si le gusta la gastronomía!

 

¿Cómo ha sido tu experiencia participando en asociaciones de recreacionistas históricos?

Desde muy chico me interesó la recreación histórica, pero por temas monetarios solo me conformaba con ver los videos en YouTube, jajaja….. Después, empecé a asistir a eventos, acá en la quinta región, donde se empezaron a llevar a cabo caminatas con recreadores históricos; todo esto en el marco de la Guerra Civil. El año pasado tuve la oportunidad de poder ingresar a Aconcagua Recreación e Investigación Histórica, un grupo de recreadores que trae la historia a la vida, y puedo decir que la recreación histórica es un excelente medio para poder llegar a la gente. Las personas pueden ver los uniformes, escuchan y viven en carne propia lo que pudo haber pasado hace muchos años. Esto es importante, ya que no todo el mundo tiene la capacidad de leer libros tan técnicos o algo tan simple como el acceso a la información o a la educación; esta última tan abandonada y comercializada en este país.

En Aconcagua hay dos unidades principales, el Regimiento 3ero de Línea presidencial y el afamado regimiento congresista Constitución 1ero de Línea. En mi caso, recreo a un soldado del regimiento balmacedista Pisagua 3ero de Línea. Esta unidad quedó casi completamente diezmada en Concón, perdiendo casi la totalidad de sus efectivos.

Para terminar, los dejo completamente invitados a visitar la página de Facebook e Instagram de Aconcagua Recreación e Investigación Histórica, para que puedan saber y asistir a los distintos eventos y caminatas que se realizan cada año. ¡La historia cobra vida!

 

Con respecto a la guerra civil chilena del año 1891, ¿Qué lecciones crees que podemos rescatar para las generaciones actuales de aquel sangriento conflicto?

Antes que nada, quisiera recalcar que esta es una opinión netamente personal. De ninguna manera hablo en nombre de alguien o de algún colectivo. Lo principal, es que una guerra es un acto brutal y despiadado, donde el humano puede sacar lo peor de sí y, además, un lugar donde pelean los que no se conocen para darle el gusto a los que sí se conocen. Asimismo, creo firmemente que una guerra civil entre compatriotas, donde la política está presente, puede ser mucho más sangrienta que una guerra contra un enemigo extranjero. En los tiempos en que vivimos, donde la política está reemplazando a la religión, esto puede ser algo que puede consumir a una sociedad y, por consiguiente, hundirla en otro conflicto civil.

Dicho lo anterior, es por eso que se debe estudiar y aprender las lecciones que nos deja aquella sangrienta contienda de 1891. Nunca olvidar a sus actores, a aquellos que voluntaria o forzosamente dejaron sus cuerpos y su sangre, tanto en los campos de batalla de la zona central como del norte del país. Hoy en día, estos lugares están plagados de basurales legales e ilegales, olvidados y arrasados por inmobiliarias, empresas o asentamientos humanos. Un triste olvido que nos recuerda lo desechables que podemos ser para quienes, a lo largo de la historia, han dirigido el rumbo del país.

Qué nunca más vuelva a ocurrir así en nuestro país, esa es la lección.

¡Nuevamente, dar las gracias por esta entrevista y espero que sea del agrado del lector!

Saludos cordiales,

Joaquín Muñoz Gallardo.