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Revista Historia Patria por Andres Ruggieri Lusso se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
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lunes, 15 de agosto de 2022
miércoles, 4 de mayo de 2022
REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Ingrid Diaz (Guerra del Pacífico)
REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Ingrid Diaz
Investigadora autodidacta, recreadora histórica y gran divulgadora de temas referentes a la Guerra del Pacífico (1879-1883).
Chilena de 52 años de edad, vive en Valparaíso y trabaja en
un centro de estética en Viña del Mar. Cursó estudios superiores (inconclusos)
de la carrera de Traductor e Interprete Bilingüe Inglés-Español /
Español-Inglés.
Sus libros favoritos: Las Cuatro Campañas de la Guerra del
Pacífico, del coronel Francisco Machuca (excelente y escrito de manera que
todos puedan entender). Crónica de un Soldado de la Guerra del Pacífico (de
Hipólito Gutiérrez), Diario de Campaña de Alberto del Solar y Seis Años de
Vacaciones de Arturo Benavides Santos.
Otros autores recomendados por Ingrid: Benjamín Vicuña
Mackenna, Nicanor Molinare, Patricio Greve Möller, Mauricio Pelayo González,
Rafael Mellafe y Fabián Berríos Villalón.
–A tu juicio ¿Cuál es la importancia de mantener viva nuestra
memoria histórica y difundir la historia de nuestro país?
Creo que la importancia es clara. Los valores y la historia
en sí, crean un sentimiento de apego a la nación que se debe mantener por medio
del constante recuerdo de los hechos que forjaron al país en sus comienzos y
hasta el día de hoy. La difusión de estos hechos hará que la memoria colectiva
no los olvide, algo que lamentablemente ha ocurrido desde tiempos inmemoriales.
De ahí su importancia y relevancia.
–¿Qué le dirías a quienes opinan que en general la historia bélica es un tema de interés mayoritariamente para hombres? ¿Es aquello una visión muy anticuada y obsoleta para los tiempos actuales?
Yo les diría que no es un tema exclusivo para hombres. Si
bien es cierto, para muchos es extraño y hasta motivo de desdén el hecho que
una mujer se interese en estos temas; creo que a estas alturas en que la mujer
puede estudiar en la universidad, publicar libros y realizar tantas actividades
que en épocas pasadas les estaban vetadas, no es poco común observar el gusto
por lo bélico en muchas. De hecho las mujeres, aunque en menor cantidad que los
hombres, han tenido participación en guerras desde siglos pasados. Mujeres
guerreras, mujeres gobernantes y mujeres mártires de causas patriotas. Hoy,
existen mujeres en los ejércitos y las policías en muchos países, etc. Creo que
ya no se nos puede ni debe excluir de ningún tema.
¿Cómo nace tu interés por la Guerra del Pacífico desde la perspectiva histórica?
Bueno, la verdad es que no es algo nuevo lo que te voy a
responder y creo que muchos se sentirán identificados con mi respuesta. Mi
interés nace después de leer la novela Adiós al Séptimo de Línea, del escritor
iquiqueño Jorge Inostrosa, hace al menos
unos 13 años.
No es un misterio que para la gran mayoría de quienes
actualmente difundimos la Guerra del Pacífico, marcó un punto de inflexión.
Personalmente quise saber más y he logrado muchos avances en mis estudios, pero
siempre queriendo perfeccionar los conocimientos puesto que este conflicto en
sí tiene muchas aristas y no es fácil comprenderlas todas de una. Para saber de
la Guerra del Pacífico se necesita de mucho estudio, metódico y constante.
¿Cuáles son a tu juicio las figuras históricas femeninas más destacables que participaron en el conflicto?
Creo que al día de hoy, y
debido a la poca información o datos biográficos que existen de las mujeres en
la guerra en general, me atrevo a decir que en el plano del conflicto mismo, es
decir en el mismo teatro de la guerra, destacan mayoritariamente las cantineras
Irene Morales, sargento 2° del
regimiento 3° de Línea, Filomena Valenzuela Goyenechea, alférez del regimiento
Atacama y María Quiteria Ramírez, cantinera del regimiento 2° de Línea, esto
debido a que ellas estuvieron presentes en casi todas las campañas desde 1879
hasta 1881 y son las más mencionadas por historiadores, corresponsales de
guerra y por historiadores e investigadores en la actualidad. Quienes siempre
son recordadas son las mártires de Tarapacá, a quienes don Nicanor Molinare
dedica palabras en su memoria y creo que ellas son las más recordadas, además
de las antes mencionadas. Hay otras mujeres muy importantes y que cumplieron
funciones de gran relevancia en las ambulancias o en sus respectivas unidades,
pero ellas han sido menos nombradas por lo que su bajo perfil, aunque no les
resta importancia, las hace menos activas y por lo tanto menos conocidas.
Más allá de las valerosas cantineras ¿Qué podemos destacar en cuanto al rol de las mujeres chilenas (como madres, hermanas, esposas de nuestros combatientes) en la Guerra del Pacífico?
El tema de las mujeres en la
guerra da para mucho. A nuestras nobles y queridas cantineras debemos sumar
aquellas que dejaron sus hogares y se vistieron de soldado para participar como
hombre, de esos casos debe haber muchos desconocidos. También, en esos tiempos,
los ejércitos eran seguidos por una masa externa de mujeres, niños y hasta
comerciantes, que bien podían ser familiares de combatientes. Está el caso de
las esposas y algunas hijas de soldados del Batallón Quillota, mujeres que
siguieron a los soldados del batallón Chillán. Las había en cada unidad, en
algunas más que en otras, pero así, un sinnúmero de mujeres que acompañaron al
ejército en las largas y duras marchas por el desierto, las frías noches y las
extensas estadías en los diferentes cantones militares durante todos esos años,
incluida la Campaña de la Sierra, de las cuales tenemos a las mártires del
combate de Concepción, en Huancayo, en el años 1882.
En tu labor de investigación histórica sobre esta guerra: ¿Qué figuras entre los combatientes te ha sorprendido o llamado más la atención llegando a ser un verdadero hallazgo por lo desconocido para el público en general?
Creo que uno de los que me ha cautivado, no porque sea
alguien de fama, sino al contrario, porque fue un soldado que ascendió de cabo
a subteniente, es un muchacho al que cataloga la historia como “hijo del
pueblo”, del regimiento 3° de línea, José Miguel Poblete, quien murió al
explotar el Fuerte Ciudadela, en la Toma del Morro de Arica el 7 de junio de 1880.
También me asombré mucho con uno de los hermanos de Arturo
Prat, Rodolfo Prat Chacón. Según el historiador Mauricio Pelayo González, el
hermano de nuestro querido héroe fue alférez del regimiento Artillería N° 2,
asignado a la Plana Mayor, por lo que se encontró en el Asalto y toma de
Pisagua, en la Batalla de San Francisco, Batalla de Tacna, Asalto y toma del
Morro de Arica y en las batallas de Chorrillos y Miraflores. Toda una
revelación para mí y que estoy segura muchos desconocen.
También encuentro fascinante la historia de Otto von Moltke,
danés, que llegó a Viña del Mar, trabajó desde 1876 hasta 1879 en la refinería
de azúcar de Julio Bernstein (posteriormente la CRAV) y se enroló como
voluntario. Este muchacho fue oficial en la guerra Franco-prusiana de 1870-71 y
sirvió, en la Guerra del Pacífico, en el regimiento de Artillería de Marina
como teniente, encontrándose en el asalto de Pisagua y las batallas de Tarapacá
y Tacna y posteriormente como capitán del regimiento Chacabuco en la batalla de
Chorrillos, donde finalmente pierde la vida brutalmente, siendo su cuerpo
ultrajado.
¿Qué sentimientos te genera el que distintas fechas y hechos heroicos de la Guerra del Pacífico, tengan cada vez más escasa y nula difusión en los medios de comunicación masivos y tradicionales (en especial Tv abierta y prensa escrita tradicional), siendo su conmemoración prácticamente inexistente?
Esto viene ocurriendo desde hace mucho tiempo. Recuerdo que
ya en mi infancia se conmemoraba sólo el Combate Naval de Iquique, pero en esa
época apareció una serie para la tv: “El Combate de la Concepción”, que me dejó
realmente impactada. Con el tiempo ya ni el colegio en el que me encontraba
enseñaba más que la historia muy resumida. No me extraña que hoy no les
interese en nada la historia, debido que, supongo yo, se ha querido tachar de
obsoleta la historia militar. Me provoca una inmensa molestia. Personas que han
adquirido ideologías foráneas dirán que somos un país sin identidad, pero esa
identidad está más que latente en la Guerra del Pacífico, una guerra que se
ganó gracias al chileno de cada estrato que se unió en pos de un objetivo y
alcanzó un gran logro para el país. Allí encuentras al chileno del bajo
estrato, de la clase trabajadora y de la aristocracia peleando codo a codo. Es
cosa de leer los Diarios de Campaña, allí está descrita la verdadera identidad
del chileno. Los niños y jóvenes de hoy serían mucho menos indolentes si
conocieran estas historias de gran valor.
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lunes, 2 de mayo de 2022
REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO
Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo
Ilustraciones Históricas
“Una guerra es un acto brutal y despiadado, donde el ser humano puede sacar lo peor de sí.”
¿Quién es Joaquín Muñoz Gallardo ?
Bueno, primero que todo, me gustaría dar mis saludos y
agradecimientos por invitarme a ser parte de esta entrevista.
Me es muy grato poder presentar mi trabajo, no solo por medio
de los mismos dibujos, sino que, a través de estas líneas, en las cuales espero
que el lector conozca aún más de mí y de mi hobby, así como de las historias que
estos representan. Soy traductor técnico EN-ES desde hace 2 años (es lo que
estudié) y es a lo que me dedico de manera profesional. Mis hobbies favoritos
son dibujar y andar en bicicleta por cerros. Con respecto al primero de estos,
me he dedicado de manera amateur desde que tengo uso de razón, pues desde muy
pequeño me mostré interesado en el dibujo, ya que mi abuela y mi mamá me
fomentaban esto cuando me hacían dibujar barquitos y muchas otras cosas. Con el
tiempo, por lo que me han contado, me gustó la cosa y, bueno… aquí estoy.
¿Desde cuándo surge tu interés por dibujar personajes y episodios históricos?
La verdad es que no recuerdo en qué momento de mi vida empecé
con el tema histórico, ya que desde que tengo uso de razón me gusta la cosa. Lo
que sí puedo decir es que es mi papá fue el que me compartió ese gusto por la
historia. Bien recuerdo las visitas al Huáscar que hacíamos con mi familia
cuando no tenía más de 10 años. Con el tiempo comencé a interesarme por la
Segunda Guerra Mundial y todo lo relacionado con ella (¡era casi una
obsesión!), pues en el colegio lo único que hacía era dibujar uniformes,
tanques y batallas de los distintos bandos en contienda. Leía sobre la historia
de Chile, pero no era tanto como mi afán por el teatro europeo. Además, cuando
niño mi papá me regaló un tomo de Histocomix, «Mil recuerdos de gloria», el
cual recuerdo leerlo y copiar sus dibujos infinitas veces. Ya hace unos años
fue cuando leí la trilogía de Carlos Tromben («Huáscar», «Balmaceda» y «Santa
María de Iquique»), y que las circunstancias de la vida me llevan a pasar un
buen tiempo en Perú, activando nuevamente ese interés por los episodios
nacionales, siempre centrándome en la Guerra del Pacífico o del guano y
salitre. Es así como termino dibujando episodios de la Guerra de 1879 y,
últimamente, sobre la Guerra Civil de 1891.
¿Qué dibujantes tienes como referente o mentores para desarrollar tus creaciones?
Mis referentes nacionales serían Christian Olivares de Histocomix, Juan Crass, Christian Rivadeneira, Javier Campos S. y Patricio Greve; así como las obras de Thomas Somerscales y Pedro Subercaseaux, quienes retrataron episodios nacionales de manera magistral (ojalá llegar a pintar como ellos algún día, jajaj). Fue gracias a los comics de Christian Olivares que hice mis primeros dibujos de la guerra contra el Perú y Bolivia, y es gracias a las ilustraciones e investigaciones de don Patricio Greve que puedo realizar los dibujos con la precisión histórica que me gusta lograr. En los trabajos de don Patricio he visto a un ilustrador muy bueno, que ha hecho algunos de sus dibujos; lamentablemente, no sé su nombre. Fuera de Chile, soy muy fan de los trabajos de Don Troiani, Jeff Trexler, Keith Rocco y Graham Turner; todos ellos ilustradores o artistas históricos cuyos trabajos son impresionantes, basados principalmente en la independencia y guerra civil estadounidense.
¿Cuáles son los temas o episodios históricos que más te interesan graficar?
Principalmente, me enfoco en la Guerra del Pacífico. Me gusta
retratar las batallas tal como fueron, los lugares, en qué parte y momento de
la batalla estuvieron las unidades: los uniformes; lograr la mayor precisión al
ilustrarlos, para así tener una aproximación a cómo eran en ese entonces. De
esta forma, empezar de a poco a romper los clichés que se tienen sobre esta
guerra, pues ¿todos vestían de rojo y azul como se cree?
Lo mismo me pasa con la Guerra Civil de 1891, en la cual
estoy enfocado casi al 100 %, últimamente. Aunque con esta tengo una relación
distinta, más cercana, ya que soy de la V Región (Quilpué/Villa Alemana).
Pero a esta guerra le sumo otra cosa, la cuál es el olvido.
Con los dibujos pretendo traer a la memoria aquellos episodios que, por la nula
educación del tema o vergüenza, han quedado en el completo olvido.
Finalmente, para terminar la respuesta a esta pregunta, me
gustaría agregar que, en cada uno de mis dibujos, trato de alejarme un poco de
esta versión algo más «chovinista» de la historia, para centrarme en el
soldado, en sus emociones, pensamientos y vivencias. La guerra puede traer
muchos sentimientos, pero nunca debemos olvidar que esta es cruel, violenta,
horrenda y que trae devastación a los pueblos que la viven.
¿Qué textos, libros, crónicas o relatos históricos te han generado mayor inspiración?
¡Muchos! Jajaja… Sin embargo, me quedo con «Mi campaña al
Perú», de Justo Abel Rosales; «Lo que yo vi, apuntes de un reservista sobre las
jornadas del 13 y 15 de enero de 1881», de Alberto Ulloa; «Mi diario de
campaña», de Alberto del Solar; «Seis años de vacaciones», de Arturo B. S.,
«Recuerdos de 1891», de Ricardo Cox; «Reminiscencias de un ex tercerano», de
Víctor J. Arellano; y, finalmente, «La revolución de 1891», de Aníbal Bravo
Kendrick.
¿Cuáles son tus vínculos con Perú y qué nos puedes contar de aquel maravilloso país y de su gente?
La vida me llevó al Perú por primera vez el año 2015, cuando
viajamos con mi familia a Arica y pudimos ir por el día a Tacna; aunque, por
tiempo no pasamos al Campo de la alianza. Luego de varios años, la vida me
llevó hasta Lima, ciudad que prácticamente intercambiaba con Quilpué hasta hace
unos años. Por lo tanto, podríamos decir que mi relación con aquel país es casi
familiar. Incluso llegó un momento donde era “uno más” y pensé hacer mi vida
allá. Perú es un país maravilloso y cargado de cultura e historia. Estos
aspectos fortalecieron mis lazos con la historia chilena, ya que pude recorrer
los campos de batalla, donde muchos de mis compatriotas entregaron su vida, así
como muchos peruanos la dieron en la defensa de su tierra. La verdad es que me
siento afortunado y privilegiado por haber podido caminar por Chorrillos,
Miraflores, Callao, Ancón y la sierra central peruana; estar en Huancayo y
Concepción hace que se le erice la piel a uno.
Por cosas del destino, mi travesía por el país del norte
terminó el año 2020, cuando tuve que volver en plena pandemia (fui uno de los
repatriados). Sin embargo, me quedo con los mejores recuerdos de esa tierra y
de su gente. Si, quien lea esta entrevista, tiene la oportunidad de viajar para
esos lados, se lo recomiendo completamente. ¡No se arrepentirá, sobre todo si
le gusta la gastronomía!
¿Cómo ha sido tu experiencia participando en asociaciones de recreacionistas históricos?
Desde muy chico me interesó la recreación histórica, pero por
temas monetarios solo me conformaba con ver los videos en YouTube, jajaja…..
Después, empecé a asistir a eventos, acá en la quinta región, donde se
empezaron a llevar a cabo caminatas con recreadores históricos; todo esto en el
marco de la Guerra Civil. El año pasado tuve la oportunidad de poder ingresar a
Aconcagua Recreación e Investigación Histórica, un grupo de recreadores que
trae la historia a la vida, y puedo decir que la recreación histórica es un
excelente medio para poder llegar a la gente. Las personas pueden ver los
uniformes, escuchan y viven en carne propia lo que pudo haber pasado hace
muchos años. Esto es importante, ya que no todo el mundo tiene la capacidad de
leer libros tan técnicos o algo tan simple como el acceso a la información o a
la educación; esta última tan abandonada y comercializada en este país.
En Aconcagua hay dos unidades principales, el Regimiento 3ero
de Línea presidencial y el afamado regimiento congresista Constitución 1ero de
Línea. En mi caso, recreo a un soldado del regimiento balmacedista Pisagua 3ero
de Línea. Esta unidad quedó casi completamente diezmada en Concón, perdiendo
casi la totalidad de sus efectivos.
Para terminar, los dejo completamente invitados a visitar la
página de Facebook e Instagram de Aconcagua Recreación e Investigación
Histórica, para que puedan saber y asistir a los distintos eventos y caminatas
que se realizan cada año. ¡La historia cobra vida!
Con respecto a la guerra civil chilena del año 1891, ¿Qué lecciones crees que podemos rescatar para las generaciones actuales de aquel sangriento conflicto?
Antes que nada, quisiera recalcar que esta es una opinión
netamente personal. De ninguna manera hablo en nombre de alguien o de algún
colectivo. Lo principal, es que una guerra es un acto brutal y despiadado,
donde el humano puede sacar lo peor de sí y, además, un lugar donde pelean los
que no se conocen para darle el gusto a los que sí se conocen. Asimismo, creo
firmemente que una guerra civil entre compatriotas, donde la política está
presente, puede ser mucho más sangrienta que una guerra contra un enemigo
extranjero. En los tiempos en que vivimos, donde la política está reemplazando
a la religión, esto puede ser algo que puede consumir a una sociedad y, por
consiguiente, hundirla en otro conflicto civil.
Dicho lo anterior, es por eso que se debe estudiar y aprender
las lecciones que nos deja aquella sangrienta contienda de 1891. Nunca olvidar
a sus actores, a aquellos que voluntaria o forzosamente dejaron sus cuerpos y
su sangre, tanto en los campos de batalla de la zona central como del norte del
país. Hoy en día, estos lugares están plagados de basurales legales e ilegales,
olvidados y arrasados por inmobiliarias, empresas o asentamientos humanos. Un
triste olvido que nos recuerda lo desechables que podemos ser para quienes, a
lo largo de la historia, han dirigido el rumbo del país.
Qué nunca más vuelva a ocurrir así en nuestro país, esa es la
lección.
¡Nuevamente, dar las gracias por esta entrevista y espero que sea del agrado del lector!
Saludos cordiales,