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viernes, 6 de mayo de 2022

REVISTA HISTORIA PATRIA: Editorial - APASIONADOS POR LA HISTORIA


REVISTA HISTORIA PATRIA:

Editorial - APASIONADOS POR LA HISTORIA

REVISTA HISTORIA PATRIA: Editorial - APASIONADOS POR LA HISTORIA

 

Esta primera edición está dedicada a cientos de personas, que desde distintas partes del mundo, se abocan constantemente a investigar, difundir y publicar contenido histórico.
Causa gran satisfacción entrar en contacto con muchos de ellos, conocer sus anhelos e inquietudes, y constatar la inmensa pasión y amor por la cultura que los mueve e impulsa a la acción.
Gente maravillosa; hombres y mujeres de distintas culturas y nacionalidades, que más allá de cualquier nivel educacional o grado académico que posean, se esmeran desinteresadamente en cada publicación por demostrar un profesionalismo admirable.
Este medio escrito nace con la finalidad de contribuir tanto a preservar la memoria y cultura histórica, como a ser un espacio donde se pueda fomentar la difusión del trabajo muchas veces “anónimo” de innumerables investigadores históricos.
Es hora de que los círculos académicos den una mirada a estas iniciativas de difusión histórica, dejando de lado todo tipo de soberbia intelectual. De igual forma, es importante que los distintos organismos gubernamentales, focalicen la asignación de recursos para potenciar estas valiosas iniciativas, sin tener en cuenta el sesgo ideológico o el abanderizamiento político tendencioso para apoyar este tipo de proyectos.

 

Andrés Ruggieri Lusso
Director y Editor General


Licencia Creative Commons
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Basada en una obra en https://revistahistoriapatria.blogspot.com/.

miércoles, 4 de mayo de 2022

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Ingrid Diaz (Guerra del Pacífico)


REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Ingrid Diaz (Guerra del Pacífico)

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Ingrid Diaz (Guerra del Pacífico)

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Ingrid Diaz (Guerra del Pacífico)


REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Ingrid Diaz (Guerra del Pacífico)


REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Ingrid Diaz

Investigadora autodidacta, recreadora histórica y gran divulgadora de temas referentes a la Guerra del Pacífico (1879-1883).

Chilena de 52 años de edad, vive en Valparaíso y trabaja en un centro de estética en Viña del Mar. Cursó estudios superiores (inconclusos) de la carrera de Traductor e Interprete Bilingüe Inglés-Español / Español-Inglés.

Sus libros favoritos: Las Cuatro Campañas de la Guerra del Pacífico, del coronel Francisco Machuca (excelente y escrito de manera que todos puedan entender). Crónica de un Soldado de la Guerra del Pacífico (de Hipólito Gutiérrez), Diario de Campaña de Alberto del Solar y Seis Años de Vacaciones de Arturo Benavides Santos.

Otros autores recomendados por Ingrid: Benjamín Vicuña Mackenna, Nicanor Molinare, Patricio Greve Möller, Mauricio Pelayo González, Rafael Mellafe y Fabián Berríos Villalón.

–A tu juicio ¿Cuál es la importancia de mantener viva nuestra memoria histórica y difundir la historia de nuestro país?

Creo que la importancia es clara. Los valores y la historia en sí, crean un sentimiento de apego a la nación que se debe mantener por medio del constante recuerdo de los hechos que forjaron al país en sus comienzos y hasta el día de hoy. La difusión de estos hechos hará que la memoria colectiva no los olvide, algo que lamentablemente ha ocurrido desde tiempos inmemoriales. De ahí su importancia y relevancia.

 

–¿Qué le dirías a quienes opinan que en general la historia bélica es un tema de interés mayoritariamente para hombres? ¿Es aquello una visión muy anticuada y obsoleta para los tiempos actuales?

Yo les diría que no es un tema exclusivo para hombres. Si bien es cierto, para muchos es extraño y hasta motivo de desdén el hecho que una mujer se interese en estos temas; creo que a estas alturas en que la mujer puede estudiar en la universidad, publicar libros y realizar tantas actividades que en épocas pasadas les estaban vetadas, no es poco común observar el gusto por lo bélico en muchas. De hecho las mujeres, aunque en menor cantidad que los hombres, han tenido participación en guerras desde siglos pasados. Mujeres guerreras, mujeres gobernantes y mujeres mártires de causas patriotas. Hoy, existen mujeres en los ejércitos y las policías en muchos países, etc. Creo que ya no se nos puede ni debe excluir de ningún tema.

¿Cómo nace tu interés por la Guerra del Pacífico desde la perspectiva histórica? 

Bueno, la verdad es que no es algo nuevo lo que te voy a responder y creo que muchos se sentirán identificados con mi respuesta. Mi interés nace después de leer la novela Adiós al Séptimo de Línea, del escritor iquiqueño Jorge Inostrosa,  hace al menos unos 13 años.

No es un misterio que para la gran mayoría de quienes actualmente difundimos la Guerra del Pacífico, marcó un punto de inflexión. Personalmente quise saber más y he logrado muchos avances en mis estudios, pero siempre queriendo perfeccionar los conocimientos puesto que este conflicto en sí tiene muchas aristas y no es fácil comprenderlas todas de una. Para saber de la Guerra del Pacífico se necesita de mucho estudio, metódico y constante.

 

¿Cuáles son a tu juicio las figuras históricas femeninas más destacables que participaron en el conflicto? 

Creo que al día de hoy, y debido a la poca información o datos biográficos que existen de las mujeres en la guerra en general, me atrevo a decir que en el plano del conflicto mismo, es decir en el mismo teatro de la guerra, destacan mayoritariamente las cantineras Irene Morales, sargento 2°  del regimiento 3° de Línea, Filomena Valenzuela Goyenechea, alférez del regimiento Atacama y María Quiteria Ramírez, cantinera del regimiento 2° de Línea, esto debido a que ellas estuvieron presentes en casi todas las campañas desde 1879 hasta 1881 y son las más mencionadas por historiadores, corresponsales de guerra y por historiadores e investigadores en la actualidad. Quienes siempre son recordadas son las mártires de Tarapacá, a quienes don Nicanor Molinare dedica palabras en su memoria y creo que ellas son las más recordadas, además de las antes mencionadas. Hay otras mujeres muy importantes y que cumplieron funciones de gran relevancia en las ambulancias o en sus respectivas unidades, pero ellas han sido menos nombradas por lo que su bajo perfil, aunque no les resta importancia, las hace menos activas y por lo tanto menos conocidas.

 

Más allá de las valerosas cantineras ¿Qué podemos destacar en cuanto al rol de las mujeres chilenas (como madres, hermanas, esposas de nuestros combatientes) en la Guerra del Pacífico? 

El tema de las mujeres en la guerra da para mucho. A nuestras nobles y queridas cantineras debemos sumar aquellas que dejaron sus hogares y se vistieron de soldado para participar como hombre, de esos casos debe haber muchos desconocidos. También, en esos tiempos, los ejércitos eran seguidos por una masa externa de mujeres, niños y hasta comerciantes, que bien podían ser familiares de combatientes. Está el caso de las esposas y algunas hijas de soldados del Batallón Quillota, mujeres que siguieron a los soldados del batallón Chillán. Las había en cada unidad, en algunas más que en otras, pero así, un sinnúmero de mujeres que acompañaron al ejército en las largas y duras marchas por el desierto, las frías noches y las extensas estadías en los diferentes cantones militares durante todos esos años, incluida la Campaña de la Sierra, de las cuales tenemos a las mártires del combate de Concepción, en Huancayo, en el años 1882.

 

En tu labor de investigación histórica sobre esta guerra: ¿Qué figuras entre los combatientes te ha sorprendido o llamado más la atención llegando a ser un verdadero hallazgo por lo desconocido para el público en general?

Creo que uno de los que me ha cautivado, no porque sea alguien de fama, sino al contrario, porque fue un soldado que ascendió de cabo a subteniente, es un muchacho al que cataloga la historia como “hijo del pueblo”, del regimiento 3° de línea, José Miguel Poblete, quien murió al explotar el Fuerte Ciudadela, en la Toma del Morro de Arica el 7 de junio de 1880.

También me asombré mucho con uno de los hermanos de Arturo Prat, Rodolfo Prat Chacón. Según el historiador Mauricio Pelayo González, el hermano de nuestro querido héroe fue alférez del regimiento Artillería N° 2, asignado a la Plana Mayor, por lo que se encontró en el Asalto y toma de Pisagua, en la Batalla de San Francisco, Batalla de Tacna, Asalto y toma del Morro de Arica y en las batallas de Chorrillos y Miraflores. Toda una revelación para mí y que estoy segura muchos desconocen.

También encuentro fascinante la historia de Otto von Moltke, danés, que llegó a Viña del Mar, trabajó desde 1876 hasta 1879 en la refinería de azúcar de Julio Bernstein (posteriormente la CRAV) y se enroló como voluntario. Este muchacho fue oficial en la guerra Franco-prusiana de 1870-71 y sirvió, en la Guerra del Pacífico, en el regimiento de Artillería de Marina como teniente, encontrándose en el asalto de Pisagua y las batallas de Tarapacá y Tacna y posteriormente como capitán del regimiento Chacabuco en la batalla de Chorrillos, donde finalmente pierde la vida brutalmente, siendo su cuerpo ultrajado.

¿Qué sentimientos te genera el que distintas fechas y hechos heroicos de la Guerra del Pacífico, tengan cada vez más escasa y nula difusión en los medios de comunicación masivos y tradicionales (en especial Tv abierta y prensa escrita tradicional), siendo su conmemoración prácticamente inexistente?

Esto viene ocurriendo desde hace mucho tiempo. Recuerdo que ya en mi infancia se conmemoraba sólo el Combate Naval de Iquique, pero en esa época apareció una serie para la tv: “El Combate de la Concepción”, que me dejó realmente impactada. Con el tiempo ya ni el colegio en el que me encontraba enseñaba más que la historia muy resumida. No me extraña que hoy no les interese en nada la historia, debido que, supongo yo, se ha querido tachar de obsoleta la historia militar. Me provoca una inmensa molestia. Personas que han adquirido ideologías foráneas dirán que somos un país sin identidad, pero esa identidad está más que latente en la Guerra del Pacífico, una guerra que se ganó gracias al chileno de cada estrato que se unió en pos de un objetivo y alcanzó un gran logro para el país. Allí encuentras al chileno del bajo estrato, de la clase trabajadora y de la aristocracia peleando codo a codo. Es cosa de leer los Diarios de Campaña, allí está descrita la verdadera identidad del chileno. Los niños y jóvenes de hoy serían mucho menos indolentes si conocieran estas historias de gran valor.

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REVISTA HISTORIA PATRIA: General Justo José de Urquiza (1801-1870)

Historia Argentina

La trágica muerte del general don Justo José de Urquiza (1801-1870)

Relato de Ulises Lanza DHS

REVISTA HISTORIA PATRIA: General Justo José de Urquiza (1801-1870)

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18 de octubre de 1801, nacía en el Talar de Arroyo Largo, Entre Ríos, el General Justo José de Urquiza. Se formó en el Colegio San Carlos de Buenos Aires y después se dedicó a la actividad rural y el comercio, logrando un considerable éxito económico y empezando a coquetear con la política.

En 1826 fue elegido Diputado provincial por Concepción del Uruguay y en 1828 se desempeñó como comandante militar de aquella localidad. En 1838 tuvo un rol fundamental en las tropas del Gobernador entrerriano Pascual Echagüe, que decidió enfrentar a su par correntino, Genaro Berón de Astrada, quien se oponía a Rosas. Tras la salida de Echagüe, fue elegido Gobernador de Entre Ríos en 1842, puesto desde el cual favoreció la actividad ganadera, impulsó la obra pública, veló por un transparente manejo de los fondos públicos y fomentó la educación.

Fue, además, un puntal de Rosas en el litoral. Entre 1843 y 1845 peleó contra los colorados uruguayos y unitarios argentinos a quienes derrotó en la batalla de India Muerta (1845). En 1846 derrotó en la batalla de Laguna Limpia a los correntinos que se habían levantado nuevamente contra Rosas y lo mismo hizo en la batalla de Vences en 1847, cuando los correntinos unitarios atacaron otra vez al federalismo.

En 1851 se levantó contra Rosas y terminó enfrentándose con él en la batalla de Caseros en febrero de 1852.

En mayo de 1852 fue nombrado Director Provisorio de la Confederación Argentina y pese a que Buenos Aires se separó de la Confederación en septiembre, eso no impidió que se iniciaran tiempos después las sesiones constituyentes que gestarían la Constitución Nacional que nos rige -con varias reformas- hasta el día de hoy.

Fue elegido Presidente de la Confederación en 1854.

Derrotó a los porteños en la Batalla de Cepeda en 1859, obligándolos a reinsertarse a la Confederación. En 1860 fue nuevamente elegido Gobernador de Entre Ríos y tras un incumplimiento de Buenos Aires en lo pactado después de (la batalla de) Cepeda, volvió a enfrentarlos en 1861 en la polémica batalla de Pavón. Siguió en la gobernación entrerriana hasta 1864 y volvió a ella en 1868 hasta su asesinato en 1870.

 

SU TRÁGICA MUERTE

El 11 de abril de 1870, era asesinado Justo José de Urquiza en su imponente residencia, el Palacio San José. El silencio del atardecer fue interrumpido por el galopar nervioso de varios caballos, gritos de desconocidos jinetes y tiros al aire que estremecieron el ocaso. Urquiza pensó en ladrones, pero era el pragmatismo de la política argentina lo que le golpeaba la puerta. 

Además de las ambiciones políticas de sus opositores había cuentas pendientes con él: su criticable accionar en (la batalla de) Pavón, su posición ante la guerra (contra Paraguay) de la Triple Alianza, la pasividad que le imputaron ante el avance porteño de Mitre sobre todo el territorio argentino y la pomposa recepción a (Domingo Faustino) Sarmiento en San José en un aniversario de (la batalla de) Caseros y con el sanjuanino llegando en un buque con un detalle en su nombre que no debió ser azaroso: "Pavón".

La caballada entró violentamente y arrasó con todo lo que tenía a su paso. Urquiza trató de defenderse pero no le dieron tiempo, un disparo en la cara lo tumbó y en el piso le asestaron varias puñaladas. Ese mismo día asesinaron a sus hijos Justo y Waldino en Concordia.

Días después, el federal Ricardo López Jordán, -señalado como el autor intelectual del asesinato- fue elegido Gobernador por la Legislatura entrerriana.

“Urquiza trató de defenderse pero no le dieron tiempo, un disparo en la cara lo tumbó y en el piso le asestaron varias puñaladas. Ese mismo día asesinaron a sus hijos Justo y Waldino en Concordia.” 

En "Vida del Chacho“ (1863), José Hernández, más conocido por ser autor del Martín Fierro, anticipó el final. El gobernador entrerriano había quedado en un limbo: muy unitario para los federales, muy federal para los unitarios; el puñal podía venir de cualquier lado y aunque Hernández apuntaba a los unitarios, fue el propio federalismo quien lo ajustició:

"El general Urquiza tiene (...) que pagar su tributo de sangre a la ferocidad unitaria, tiene también que caer bajo el puñal de los asesinos unitarios, como todos los próceres del partido federal. Tiemble ya el general Urquiza; que el puñal de los asesinos se prepara para descargarlo sobre su cuello, allí, en San José, en medio de los halagos de su familia, su sangre ha de enrojecer los salones tan frecuentados por el partido unitario".

 


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martes, 3 de mayo de 2022

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Monchistoriadora

“Me gusta mucho la aproximación literaria a la historia”

Entrevista a: Monserrat Risco Parada Monchistoriadora




REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Monchistoriadora

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Monchistoriadora

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Monchistoriadora




“Un dato curioso es que mi nombre es "Monserrat", pero siempre me lo escriben como corresponde, "en catalán". Antes de ser @monchistoriadora era @monserratsinlat. Soy Licenciada en Historia de la P. Universidad Católica de Chile, estudié el Programa de Formación Pedagógica en la UDD y luego hice un magíster en Estudios Políticos en la Universidad de los Andes.

Me he paseado por todas las universidades, ahora estoy en la Universidad San Sebastián estudiando un doctorado en Historia... en resumen, ¡soy una eterna estudiante! Me encanta la historia y sus datos curiosos, pues abarcan temas muy diversos y públicos muy amplios. Eso siempre me ha gustado y fue uno de los impulsos de mi Instagram: la difusión de temas históricos con un giro más pop a través de RRSS, que permitiera que más personas se acercaran al estudio del pasado.”

En el ámbito de las figuras históricas:  ¿Qué mujeres consideras que son tus referentes y a quienes más admiras?

Sin duda, Margaret Thatcher por ser una mujer que llegó a ser Primera Ministra antes de las cuotas, en plena Guerra Fría, consolidando su carrera política. Considero que Thatcher es una gran referente para quienes creemos en la igualdad entre hombres y mujeres y en las ideas de la libertad y el progreso.

¿Cuáles son a tu juicio los principales hitos históricos que han contribuido a empoderar el rol de la mujer en la sociedad actual?

Creo que el acceso a la educación secundaria es algo que ha marcado profundamente a generaciones de mujeres. Es el espacio en el que los adolescentes, mujeres y hombres, empiezan a desarrollar sus gustos, vocaciones y descubren sus primeros intereses que pueden proyectarse hacia la adultez. La educación secundaria permitió el ingreso de algunas mujeres a la educación superior, un tema que se ha estudiado muchísimo más para la historia de Chile, de modo que ahí hay un gran desafío en el campo historiográfico: conocer cuáles fueron los primeros establecimientos de educación secundaria femenina, sus misiones y visiones y el rol que jugaron los privados y el Estado en esta etapa formativa.

Además de lo relacionado al género femenino ¿Cuáles son los hechos y períodos de la historia que más te interesan como fuente de estudio?

El interés por estudiar históricamente a las mujeres chilenas surgió cuando estaba en segundo año de la Licenciatura más o menos, pero en paralelo, siempre quise investigar y dedicarme al estudio del periodo de entreguerras, tanto a nivel nacional como europeo. La década de 1930 en Chile y el mundo me parece particularmente interesante: los Frentes Populares, la tensión política y militar en Europa, la consolidación de la URSS, etc.

Desde el ámbito de las Políticas Públicas ¿Qué iniciativas consideras que son de importancia tanto para difundir nuestra memoria histórica, como para preservar el patrimonio cultural?

Considero que las municipalidades hacen una gran labor en lo que es acercar a las personas a la historia nacional e internacional. En muchas comunas encontramos iniciativas locales de difusión histórica, con charlas, exposiciones y cursos. Me gustaría que eso se diera con mayor frecuencia y patrocinio, pues conocer el lugar donde vivimos, estudiamos o trabajamos es un primer acercamiento para conocer el pasado histórico y valorar las calles, edificios, parques que frecuentamos día a día.

¿Qué nos puedes comentar sobre el proyecto Laboratorios de la Historia?

El proyecto "Laboratorios de Historia" supone un aprendizaje colaborativo y un proceso de discusión histórica. No son necesarios conocimientos previos ni formación especial en Humanidades. Los estudiantes reciben un texto breve (máximo una página) y una bitácora antes de la sesión. La idea es que lean el texto y completen el apartado "ideas previas" antes de la clase. Luego, la sesión cuenta con una instancia expositiva, en la cual los estudiantes pueden tomar apuntes en su misma bitácora. Finalmente, se abre espacio para las preguntas y discusión, en la cual se insta a que los asistentes compartan sus ideas previas y sean capaces de contrastar si sus nociones o ideas principales se confirmaron, modificaron o si surgieron nuevas luego de la clase. Un aspecto muy importante de los Laboratorios de Historia consiste en compartir el "antes y después" del tema tratado, para generar nuevas discusiones históricas.

A tu juicio ¿Cuáles serían los límites para que la llamada Historia Virtual (Contrafactual) no pase a ser directamente Ficción Histórica?

El límite está, en primera instancia, dado por la intención del investigador. Como historiadores, podemos preguntarnos "qué hubiera pasado si..." y construir un relato en base a las fuentes disponibles sobre un escenario alternativo. Por ejemplo, ¿qué hubiera pasado si [el candidato presidencial chileno] Joaquín Lavín ganaba en 1999? Desde la historia virtual, debiera responderse en base a los alcances de la política, índices económicos, necesidades sociales de la época. Podemos cuestionarnos hechos puntuales, como si el 2003 si hubiera firmado el Tratado de Libre Comercio [de Chile] con Estados Unidos, como efectivamente lo hizo el presidente [Ricardo] Lagos ese año.

Un relato de ficción histórica, por otro lado, tiene la intención de construir un escenario alternativo que no necesariamente está basado en la realidad de la época. Siguiendo el mismo ejemplo, una ficción histórica podría describir un Chile gobernado por Joaquín Lavín que alcanza niveles de desarrollo en tiempo récord y se convierte en potencia mundial, que si bien es un escenario interesante y una novela que de todas maneras leería, con los datos que tenemos, sería difícil considerar aquellos planteamientos como historia virtual antes que simplemente una ficción histórica.

¿Qué libros y autores son tus favoritos y altamente recomendables para quienes gustan de la historia?

Me gusta mucho la aproximación literaria a la historia, tomando en cuenta que tiene esta arista que no es 100% "académica". En ese sentido, las vivencias de Roberto Ampuero en Cuba y en Alemania Oriental me parecen sumamente interesantes para quienes les gusta el tema de la Guerra Fría, en Nuestros años verde olivo y Detrás del Muro.

En general, recomendaría biografías, porque permiten conocer a un personaje y su tiempo. Para todos aquellos que se interesen por las humanidades, la literatura, la historia, La utilidad de lo inútil de Nuccio Ordinne es un gran ensayo.

| @monchistoriadora (¡sígueme en Instagram!)


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REVISTA HISTORIA PATRIA: Historia de la Zona Militar del Biobío

Reportaje Especial

LA ZONA MILITAR DEL BIOBÍO

REVISTA HISTORIA PATRIA: Historia de la Zona Militar del Biobío

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REVISTA HISTORIA PATRIA: Historia de la Zona Militar del Biobío



Hacia fines del siglo XVIII y principios del XIX, toda la extensión del Biobío era el punto neurálgico de la vida militar en el cono sur de América.

Según B. Vicuña Mackenna: “Las fronteras del Biobío eran entonces y habían sido desde la conquista el núcleo militar más poderoso que la España mantenía en sus colonias, y si no lo era tanto por el número, lo era por la disciplina de los cuerpos ahí mantenidos y el valor probado de continuo del soldado. Apenas pasaban aquellos de 1.000 plazas en actividad, pero toda la campaña era guerrera y cada campesino era un soldado. Ni las guarniciones veteranas de las capitales de los virreinatos se contaban, empero, como más numerosas.”

La autoridad máxima en esta zona era el Intendente de Concepción, cuyo cargo era designado directamente por el monarca español, recayendo por lo general en un militar con el rango de brigadier o coronel, que si bien dependía jerárquicamente del Gobernador de Chile; como jefe provincial mantenía suficientes facultades y autonomía para su óptimo desempeño, ejerciendo su autoridad principalmente, a través de los jefes militares de cada fuerte y guarnición. Además de contar con unos 5.000 milicianos cívicos medianamente activos en la provincia, el Intendente de Concepción disponía directamente en estos territorios de casi dos tercios del ejército profesional de Chile, con personal de las tres armas conformado de la siguiente manera:

·       Un batallón de infantería de línea, compuesto por 700 plazas.

·       Un batallón de Dragones de la Frontera (infantería montada) con una dotación de 400 jinetes.

·       Una compañía de artillería con dotación cercana a 50 plazas.

LA CAPITANÍA GENERAL DE CHILE

Con una población cercana a los 800.000 habitantes, y desde 1785 conformada administrativamente por dos intendencias separadas por el rio Maule (Santiago y Concepción), la Capitanía General de Chile mantenía a principios del siglo XIX un importante contingente en armas activo, cuyo eje principal era el llamado Ejército de Línea, con una dotación militar promedio de 1.900 plazas, entre oficiales y soldados profesionales, de los cuales la mayoría eran criollos nacidos en estas latitudes. La mayor parte de las fuerzas se distribuía principalmente en la zona central del país, pero cabe tener en cuenta la gran importancia de Valdivia como plaza militar, la cual mantenía un contingente profesional promedio de 500 plazas entre infantes y artilleros, para resguardar las fortificaciones de la zona. A esto se debe sumar un contingente de 300 soldados profesionales, entre tropas de infantería y artillería, que defendían la plaza fuerte de Chiloé, apoyados por unos 3.000 milicianos cívicos, cuyos cuerpos eran conformados por habitantes del archipiélago. Este último contingente era mantenido directamente por el virrey del Perú, a un costo anual que superaba los $ 70.000 pesos de la época, por lo cual no se contabilizaba como parte integral del ejército de la Capitanía General de Chile. Si consideramos que las entradas fiscales anuales del Reino de Chile eran del orden de los $ 600.000 pesos de la época, tenemos que la preponderancia del gasto militar era abismante, ya que se destinaba cada año una partida presupuestaria cercana de $277.000 a la mantención del ejército permanente, es decir, casi la mitad de la recaudación impositiva anual.

 LAS MILICIAS CÍVICAS

Al contingente militar profesional de la Capitanía General de Chile, se sumaban cerca de 16.000 hombres, reclutados principalmente entre la población urbana, que conformaban la llamada “milicia”, entidad instaurada en 1777 y que establecía que todo hombre en estado de cargar armas, de entre 15 y 45 años debía cumplir obligatoriamente con el deber de servir en ellas, recibiendo instrucción militar periódica, junto con desempeñar diversas labores complementarias de orden y resguardo para la defensa del reino.

Esta institución tenía una alta valoración social, aportando un reconocido estatus a sus integrantes. Los puestos de oficial de milicias eran muy valorados y apetecidos por los ciudadanos de la época, y más aún, si bien existía una edad mínima ya mencionada para incorporarse como recluta, muchas familias inscribían tempranamente a sus pequeños hijos, bajo la aceptada condición de “cadetes”. Como ejemplos de personajes históricos en esta condición, tenemos los casos de los comandantes Manuel Bulnes Prieto (1799-1866) y José María de la Cruz (1799-1875), los cuales fueron enrolados por sus padres como cadetes de milicias a la de edad de 13 y 12 años de edad respectivamente; y como dato anecdótico adicional, tenemos el caso del general don José Miguel Carrera (1785-1821), quien con apenas un año de edad recibió sus despachos como cadete del regimiento de  caballería donde  servía su padre.


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REVISTA HISTORIA PATRIA: Reportaje Especial - Frontera del Biobío

Asociación Histórico Cultural
Frontera del Biobío

Reportaje Especial:

Rigurosidad y Pasión por el Patrimonio Histórico

REVISTA HISTORIA PATRIA: Reportaje Especial - Asociación Historico Cultural Frontera del Biobío


REVISTA HISTORIA PATRIA: Reportaje Especial - Asociación Historico Cultural Frontera del Biobío


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REVISTA HISTORIA PATRIA: Reportaje Especial - Asociación Historico Cultural Frontera del Biobío


REVISTA HISTORIA PATRIA: Reportaje Especial - Asociación Historico Cultural Frontera del Biobío




¿Cómo y cuándo nace este grupo de Recreación Histórica?

Si queremos hablar de Frontera del Biobío, primero debemos remontarnos casi 15 años atrás, puesto que, la idea de una agrupación de recreación histórica ligada a la Región del Biobío y su historia, nace en la década del 2000 al alero de la Universidad de Concepción (UdeC) y su Departamento de Historia. Esto porque, en su momento, nuestro actual Presidente, Fernando A. Valle, presenta la iniciativa que buscaba unir a estudiantes y profesores en la difusión y conservación del patrimonio histórico colonial de la región mediante la recreación histórica. En este punto, la recreación, como actividad, era algo prácticamente desconocido, por lo que tal iniciativa sentó un precedente. El nombre tentativo fue “Flandes Indiano” en referencia a la obra del jesuita Diego de Rosales, buscando recrear una unidad de piqueros de los Tercios de Arauco. Sin embargo, por cuestiones externas, jamás llegó a concretarse.

Ya en el 2014 la idea toma nuevos bríos y, poco a poco, comienza a gestarse una renovada iniciativa, tomando como base lo hecho por nuestra agrupación hermana “Asociación Histórico Cultural Guerra de Independencia”. No obstante, debieron pasar casi tres años para que todo se concretara a través de la Conmemoración del Bicentenario de la Batalla del Cerro Gavilán (2017), ello tras una impecable colaboración de “Guerra de Independencia”, “Circulo de Recreación Histórica Siglo XIX” (agrupación argentina abocada al periodo en cuestión) y SEMCO (Corporación Social y Cultural de Concepción).

Ya en el 2018, Frontera toma su nombre, traza sus lineamientos, elige sus símbolos y define sus unidades a recrear, comenzando una fructífera serie de actividades y propuestas que se mantienen al día de hoy. Finalmente, será el 2019 cuando la agrupación adquiere personalidad jurídica, dedicando toda su atención a la conservación, investigación y difusión de la historia de la antigua Frontera hacia los periodos coloniales y de Independencia.

¿Cuántos miembros activos participan habitualmente de estas actividades?

Actualmente, somos 19 integrantes que conforman la agrupación. Todos de distintos lares y profesiones, como hemos dicho. Ahora bien, definir cuántos miembros participan acti-vamente en las recreaciones es relativo, puesto que, al ser una actividad sin fines de lucro y por la cual no recibimos pago (salvo para costear gastos como viaje, com-bustible y otros), todo quedará a disponibilidad horaria de los participantes. Por ello, no es extraño que entre la misma agrupación nos turnemos para participar en algún evento o exposición.

¿Cómo están organizados y quienes componen esta agrupación?

Actualmente, y esto sobre la base del reglamento interno de la Agrupación, Frontera ostenta una estructura definida y de un fuerte carácter democrático. Ello quiere decir que todas las autoridades y representantes de la agrupación son electos democráticamente por los miembros, los que tienen derecho de voz y voto apenas ingresan. Esta estructura se compone de un presidente, Fernando A. Valle Leal, un vicepresidente, un secretario y un tesorero.

Respecto a los integrantes de la agrupación, éstos, primeramente, pueden ser todos aquellos que muestren interés, rigurosidad y compromiso con la recreación histórica. De hecho, nuestros miembros son de las áreas más diversas: desde profesores, académicos e historiadores, pasando por periodistas, trabajadores sociales y de la salud, hasta llegar a integrantes de las fuerzas de seguridad y orden público. Todos unidos en el compromiso, dedicación y responsabilidad que implica la recreación.

¿Cuál es el alcance territorial que le dan a las recreaciones de la Frontera del Biobío? ¿Se enmarca en los límites de la antigua provincia de Concep-ción (entre los ríos Maule y Biobío)?

Normalmente todas las actividades que realizamos como Frontera del Biobío se enmarcan en la histórica zona, prestando nuestros servicios en localidades fronterizas como Santa Juana o localidades emplazadas mucho más al interior, como lo es Santa Bárbara. No obstante, el foco de nuestras actividades está emplazado en la interurbanidad del Gran Concepción y las comunas que lo componen. De igual manera, se han realizado acciones mucho más allá, como lo es nuestra participación en la Toma de Linares o, mucho más lejano, el Combate de Barraza. Demás está mencionar que los miembros de Frontera proceden de diversos lugares, del norte y sur de la antigua Frontera.

¿Qué metodología utilizan para definir y organizar temáticamente las actividades que realizan?

Uno de los elementos con los que siempre se ha asociado a la recreación histórica es la teatralidad. Muchos, sin conocimiento de causa, creen que la recreación histórica es “teatro” a secas, ignorando por completo cualquier elemento de investigación histórica que la recreación arrastra a sus espaldas. Sin negar que el elemento de la teatralidad está presente; después de todo estamos recreando combates y hechos de armas pasados, no podemos permitirnos que se nos confunda con una compañía de teatro, como muchos suelen hacer.

Por ello mismo, siempre está sobre la palestra priorizar las actividades que impliquen una reconstrucción seria del pasado, de los aspectos que trabajamos como agrupación, etc. En todo momento se busca la promoción, divulgación y el desarrollo de actos de recreación histórica, culturales, educativos, recreativos o instructivos que persigan el estudio, la tutela y defensa del patrimonio histórico-cultural, contribuyendo a un mejor conocimiento de la historia civil y militar de Chile; sin que ello signifique glorificar actos bélicos o acciones violentas que hayan tenido lugar en el pasado.

¿Cuáles son los requisitos y condiciones que establecen para las personas que quieren participar en estas actividades?

El principal objetivo de Frontera del Biobío, y que es el objetivo y requisito que buscamos en todos sus miembros, es mostrar un férreo interés en el patrimonio histórico y cultural chileno, en general, y de los periodos de la colonia y de la independencia de Chile. Además de ello, se busca que sean capaces de desarrollar su acción voluntaria a favor de dicho patrimonio, con el fin de aunar y coordinar los esfuerzos tendentes a su estudio y tutela, divulgando su historia y protegiéndolo en cualquiera de sus manifestaciones y realizando cuantas acciones fuesen encaminadas a su conservación, mantenimiento y difusión, con el fin de que generaciones actuales y venideras conozcan la gran riqueza histórico-cultural de Chile. Todo esto mediante la recreación histórica.

Ello implica que podrá ser miembro de la Asociación toda persona sin limitación alguna de sexo, nacionalidad o condición. También, como requisito fundamental para todos quienes ingresan, es el respeto por el orden democrático de la Asociación, rechazándose tajantemente cualquier forma de discriminación por razón de sexo, raza o ideología política, prohibiéndose el uso de la asociación para fines paramilitares, racistas o xenófobos. Siempre que se respeten estos principios, estamos dispuestos a recibir calurosa y afectuosamente a todos aquellos que quieran sumarse a nuestras filas.

¿Cómo definen o establecen los estándares para el vestuario, indumentaria y armamento que utilizan?

Es menester recalcar que la agrupación ha seguido una máxima a fin de siempre procurar la rigurosidad en el tema de las recreaciones. Esta máxima, impuesta por nuestro presidente, es la del “90-10”. Ello quiere decir: “90% investigación y 10% recreación”. Con esto damos a entender que todo, absolutamente todo, el equipamiento, vestuario o armamento que lleguemos a utilizar en las recreaciones debe contar con un fuerte sustento en las fuentes históricas. Si algo no puede ser probado, se deja absolutamente de lado.

Para ello nos servimos de fuentes documentales, como lo pueden ser misivas, crónicas, informes, etc. del período en cuestión, además de fuentes iconográficas, dentro de las que podemos nombrar las obras de Gil de Castro o Mauricio Rugendas, por ejemplo. Todo aquello es complementado con historiografía especializada en cuestiones relacionadas a la uniformología, desta-cándose autores como Juan Marchena Fernández, Julio Mario Luqui-Lagleyze y, ya a nivel nacional, autores como Nicanor Molinare y Marco Octavio Benavente. Es responsabilidad de cada recreador investigar y reconstruir su indumentaria lo más cercano a la época posible. Finalmente, es necesario que toda aquella panoplia que nuestros recreadores utilizan sea acorde con los materiales y técnicas que se utilizaban antaño. Y es que ser recreador implica una gran respon-sabilidad, tanto con la calidad de las representaciones como la rigurosidad de las mismas. De lo contrario estaríamos cayendo en la teatralidad.

¿Alguna anécdota memorable acontecida durante algún evento de recreación?

Una de las anécdotas más curiosas que nos ha tocado vivir se dio el año 2019, precisamente cuando recreábamos la Sorpresa de Linares (6 de abril de 1813), hecho que conmemora la primera victoria patriota en la Guerra de Independencia. Estábamos en la plaza de armas de Linares, montando un campamento de época junto a nuestros compañeros de “Guerra de Independencia”. Todos y cada uno de los recreadores estaba caracterizado y con su panoplia a punto, la gente se arremolinaba a nuestro alrededor y nos llenaban de preguntas y miradas curiosas; sin embargo, toda la atención fue robada cuando de un momento a otro una vistosa caravana de vehículos se detiene frente a nuestra posición. De ella, desciende una hermosa mujer vestida de novia destinada a contraer nupcias en la Catedral de San Ambrosio (frente a la plaza). La novia, antes de subir los peldaños de la iglesia, nos divisa y rápidamente llama a quien sería su futuro marido y a toda su comitiva para ir a ver lo que estábamos haciendo. Sin darnos cuenta, tuvimos en frente a novia, novio, padrinos y suegros llenándonos de preguntas acerca de la independencia y los pormenores de nuestra indumentaria. Una vez terminada la boda, nuestros fusileros, cazadores y granaderos sirvieron de escolta de la nueva pareja, apareciendo en todas y cada una de las fotografías de aquel magno momento.

¿Cómo perciben la reacción de la gente y la comunidad en general frente a las actividades que ustedes realizan?

Creemos que uno de los alicientes más grandes para continuar con la recreación histórica es precisamente el recibimiento que la gente y la comunidad nos ha hecho. Afortunadamente, en todas y cada una de las actividades que hemos participado hemos percibido el entusiasmo y asombro de la gente, palpándose en las innumerables interrogantes que nos hacen una vez en terreno. No nos es para nada extraño oír con mucha frecuencia comentarios de la índole: “No tenía idea de eso”, “Eso no estaba en mi libro de historia”, “¿y eso pasó aquí?”, “qué genial lo que realizan”, etc.

La comunidad nos ha brindado un caluroso recibimiento porque, precisamente, acercamos un poco más la historia, muchas veces olvidada y dejada de lado, otras veces simplemente inaccesible. Se dejan de lado las pretensiones academicistas, procurando una conservación y difusión de nuestra historia y patrimonio al público en general, sin excepciones. He ahí la clave de la gran acogida que hemos vivenciado.

¿Las Recreaciones están enfocadas principalmente al periodo histórico de la Guerra de la Independencia de Chile?

Actualmente la agrupación centra sus esfuerzos en recrear cinco unidades del proceso de Independencia y que tuvieron un fuerte impacto en el quehacer de la Frontera en aquellos años. En este caso, nos referimos al Batallón Concepción, Húsares de la Gran Guardia Nacional, Batallón de Milicias de Concepción, Milicias rurales y, por supuesto, a las vivanderas.

Dos de estas unidades, el Batallón Concepción y el de Milicias, echan sus raíces en el período colonial (1777), mientras que las demás podemos visibilizarlas durante el transcurso de la Patria Vieja (1810-1814) y Reconquista (1814-1817). Por esta razón, si bien se considera el periodo colonial, el eje central que guía y demarca nuestras recreaciones está dado por las luchas de la emancipación.

¿Han pensado en recrear acciones militares de los períodos de la época de la Conquista y Colonia española en la zona del Biobío?

Desde el principio la idea que forma Frontera del Biobío es, precisamente, recrear una unidad de piqueros del naciente Ejército de Arauco; sin embargo, por cuestiones de financiamiento, no se logró concretar. Evidentemente la idea de recrear hechos, combates, unidades y el estilo de vida de los hombres y mujeres que fueron partícipes del proceso de Conquista y la conformación de la Colonia siempre ha estado sobre la palestra, no obstante el ferviente deseo, están las cuestiones materiales.

Lamentablemente, recrear un periodo histórico como este, con las características de las unidades militares de aquel tiempo, resulta por demás complejo y difícil de realizar, más considerando las enormes cantidades de trabajo que implicaría armar a un solo individuo. Por ejemplo, el solo armar a un soldado con pica, espada ropera, cuera, morrión, peto y escarcelas resultaría excesivamente costoso. Y eso mucho más para una agrupación como la nuestra, que se autofinancia únicamente con los aportes de cada miembro. El armar a un solo hombre implicaría el costo de armar a dos o tres en el período de Independencia. Aunque no nos cerramos a la posibilidad de hacerlo en un futuro cercano, cuando las condiciones e instancias sean las idóneas para una tarea de tal envergadura.


Licencia Creative Commons
Revista Historia Patria por Andres Ruggieri Lusso se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://revistahistoriapatria.blogspot.com/.

lunes, 2 de mayo de 2022

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO

Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo

Ilustraciones Históricas

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO


REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO

REVISTA HISTORIA PATRIA: Entrevista a Joaquín Muñoz Gallardo @TRADUSTORIO

“Una guerra es un acto brutal y despiadado, donde el ser humano puede sacar lo peor de sí.”

¿Quién es Joaquín Muñoz Gallardo ?

Bueno, primero que todo, me gustaría dar mis saludos y agradecimientos por invitarme a ser parte de esta entrevista.

Me es muy grato poder presentar mi trabajo, no solo por medio de los mismos dibujos, sino que, a través de estas líneas, en las cuales espero que el lector conozca aún más de mí y de mi hobby, así como de las historias que estos representan. Soy traductor técnico EN-ES desde hace 2 años (es lo que estudié) y es a lo que me dedico de manera profesional. Mis hobbies favoritos son dibujar y andar en bicicleta por cerros. Con respecto al primero de estos, me he dedicado de manera amateur desde que tengo uso de razón, pues desde muy pequeño me mostré interesado en el dibujo, ya que mi abuela y mi mamá me fomentaban esto cuando me hacían dibujar barquitos y muchas otras cosas. Con el tiempo, por lo que me han contado, me gustó la cosa y, bueno… aquí estoy.

¿Desde cuándo surge tu interés por dibujar personajes y episodios históricos?

La verdad es que no recuerdo en qué momento de mi vida empecé con el tema histórico, ya que desde que tengo uso de razón me gusta la cosa. Lo que sí puedo decir es que es mi papá fue el que me compartió ese gusto por la historia. Bien recuerdo las visitas al Huáscar que hacíamos con mi familia cuando no tenía más de 10 años. Con el tiempo comencé a interesarme por la Segunda Guerra Mundial y todo lo relacionado con ella (¡era casi una obsesión!), pues en el colegio lo único que hacía era dibujar uniformes, tanques y batallas de los distintos bandos en contienda. Leía sobre la historia de Chile, pero no era tanto como mi afán por el teatro europeo. Además, cuando niño mi papá me regaló un tomo de Histocomix, «Mil recuerdos de gloria», el cual recuerdo leerlo y copiar sus dibujos infinitas veces. Ya hace unos años fue cuando leí la trilogía de Carlos Tromben («Huáscar», «Balmaceda» y «Santa María de Iquique»), y que las circunstancias de la vida me llevan a pasar un buen tiempo en Perú, activando nuevamente ese interés por los episodios nacionales, siempre centrándome en la Guerra del Pacífico o del guano y salitre. Es así como termino dibujando episodios de la Guerra de 1879 y, últimamente, sobre la Guerra Civil de 1891.

¿Qué dibujantes tienes como referente o mentores para desarrollar tus creaciones?

Mis referentes nacionales serían Christian Olivares de Histocomix, Juan Crass, Christian Rivadeneira, Javier Campos S. y Patricio Greve; así como las obras de Thomas Somerscales y Pedro Subercaseaux, quienes retrataron episodios nacionales de manera magistral (ojalá llegar a pintar como ellos algún día, jajaj). Fue gracias a los comics de Christian Olivares que hice mis primeros dibujos de la guerra contra el Perú y Bolivia, y es gracias a las ilustraciones e investigaciones de don Patricio Greve que puedo realizar los dibujos con la precisión histórica que me gusta lograr. En los trabajos de don Patricio he visto a un ilustrador muy bueno, que ha hecho algunos de sus dibujos; lamentablemente, no sé su nombre. Fuera de Chile, soy muy fan de los trabajos de Don Troiani, Jeff Trexler, Keith Rocco y Graham Turner; todos ellos ilustradores o artistas históricos cuyos trabajos son impresionantes, basados principalmente en la independencia y guerra civil estadounidense.

¿Cuáles son los temas o episodios históricos que más te interesan graficar?

Principalmente, me enfoco en la Guerra del Pacífico. Me gusta retratar las batallas tal como fueron, los lugares, en qué parte y momento de la batalla estuvieron las unidades: los uniformes; lograr la mayor precisión al ilustrarlos, para así tener una aproximación a cómo eran en ese entonces. De esta forma, empezar de a poco a romper los clichés que se tienen sobre esta guerra, pues ¿todos vestían de rojo y azul como se cree?

Lo mismo me pasa con la Guerra Civil de 1891, en la cual estoy enfocado casi al 100 %, últimamente. Aunque con esta tengo una relación distinta, más cercana, ya que soy de la V Región (Quilpué/Villa Alemana).

Pero a esta guerra le sumo otra cosa, la cuál es el olvido. Con los dibujos pretendo traer a la memoria aquellos episodios que, por la nula educación del tema o vergüenza, han quedado en el completo olvido.

Finalmente, para terminar la respuesta a esta pregunta, me gustaría agregar que, en cada uno de mis dibujos, trato de alejarme un poco de esta versión algo más «chovinista» de la historia, para centrarme en el soldado, en sus emociones, pensamientos y vivencias. La guerra puede traer muchos sentimientos, pero nunca debemos olvidar que esta es cruel, violenta, horrenda y que trae devastación a los pueblos que la viven.

¿Qué textos, libros, crónicas o relatos históricos te han generado mayor inspiración?

¡Muchos! Jajaja… Sin embargo, me quedo con «Mi campaña al Perú», de Justo Abel Rosales; «Lo que yo vi, apuntes de un reservista sobre las jornadas del 13 y 15 de enero de 1881», de Alberto Ulloa; «Mi diario de campaña», de Alberto del Solar; «Seis años de vacaciones», de Arturo B. S., «Recuerdos de 1891», de Ricardo Cox; «Reminiscencias de un ex tercerano», de Víctor J. Arellano; y, finalmente, «La revolución de 1891», de Aníbal Bravo Kendrick.

 

¿Cuáles son tus vínculos con Perú y qué nos puedes contar de aquel maravilloso país y de su gente?

La vida me llevó al Perú por primera vez el año 2015, cuando viajamos con mi familia a Arica y pudimos ir por el día a Tacna; aunque, por tiempo no pasamos al Campo de la alianza. Luego de varios años, la vida me llevó hasta Lima, ciudad que prácticamente intercambiaba con Quilpué hasta hace unos años. Por lo tanto, podríamos decir que mi relación con aquel país es casi familiar. Incluso llegó un momento donde era “uno más” y pensé hacer mi vida allá. Perú es un país maravilloso y cargado de cultura e historia. Estos aspectos fortalecieron mis lazos con la historia chilena, ya que pude recorrer los campos de batalla, donde muchos de mis compatriotas entregaron su vida, así como muchos peruanos la dieron en la defensa de su tierra. La verdad es que me siento afortunado y privilegiado por haber podido caminar por Chorrillos, Miraflores, Callao, Ancón y la sierra central peruana; estar en Huancayo y Concepción hace que se le erice la piel a uno.

Por cosas del destino, mi travesía por el país del norte terminó el año 2020, cuando tuve que volver en plena pandemia (fui uno de los repatriados). Sin embargo, me quedo con los mejores recuerdos de esa tierra y de su gente. Si, quien lea esta entrevista, tiene la oportunidad de viajar para esos lados, se lo recomiendo completamente. ¡No se arrepentirá, sobre todo si le gusta la gastronomía!

 

¿Cómo ha sido tu experiencia participando en asociaciones de recreacionistas históricos?

Desde muy chico me interesó la recreación histórica, pero por temas monetarios solo me conformaba con ver los videos en YouTube, jajaja….. Después, empecé a asistir a eventos, acá en la quinta región, donde se empezaron a llevar a cabo caminatas con recreadores históricos; todo esto en el marco de la Guerra Civil. El año pasado tuve la oportunidad de poder ingresar a Aconcagua Recreación e Investigación Histórica, un grupo de recreadores que trae la historia a la vida, y puedo decir que la recreación histórica es un excelente medio para poder llegar a la gente. Las personas pueden ver los uniformes, escuchan y viven en carne propia lo que pudo haber pasado hace muchos años. Esto es importante, ya que no todo el mundo tiene la capacidad de leer libros tan técnicos o algo tan simple como el acceso a la información o a la educación; esta última tan abandonada y comercializada en este país.

En Aconcagua hay dos unidades principales, el Regimiento 3ero de Línea presidencial y el afamado regimiento congresista Constitución 1ero de Línea. En mi caso, recreo a un soldado del regimiento balmacedista Pisagua 3ero de Línea. Esta unidad quedó casi completamente diezmada en Concón, perdiendo casi la totalidad de sus efectivos.

Para terminar, los dejo completamente invitados a visitar la página de Facebook e Instagram de Aconcagua Recreación e Investigación Histórica, para que puedan saber y asistir a los distintos eventos y caminatas que se realizan cada año. ¡La historia cobra vida!

 

Con respecto a la guerra civil chilena del año 1891, ¿Qué lecciones crees que podemos rescatar para las generaciones actuales de aquel sangriento conflicto?

Antes que nada, quisiera recalcar que esta es una opinión netamente personal. De ninguna manera hablo en nombre de alguien o de algún colectivo. Lo principal, es que una guerra es un acto brutal y despiadado, donde el humano puede sacar lo peor de sí y, además, un lugar donde pelean los que no se conocen para darle el gusto a los que sí se conocen. Asimismo, creo firmemente que una guerra civil entre compatriotas, donde la política está presente, puede ser mucho más sangrienta que una guerra contra un enemigo extranjero. En los tiempos en que vivimos, donde la política está reemplazando a la religión, esto puede ser algo que puede consumir a una sociedad y, por consiguiente, hundirla en otro conflicto civil.

Dicho lo anterior, es por eso que se debe estudiar y aprender las lecciones que nos deja aquella sangrienta contienda de 1891. Nunca olvidar a sus actores, a aquellos que voluntaria o forzosamente dejaron sus cuerpos y su sangre, tanto en los campos de batalla de la zona central como del norte del país. Hoy en día, estos lugares están plagados de basurales legales e ilegales, olvidados y arrasados por inmobiliarias, empresas o asentamientos humanos. Un triste olvido que nos recuerda lo desechables que podemos ser para quienes, a lo largo de la historia, han dirigido el rumbo del país.

Qué nunca más vuelva a ocurrir así en nuestro país, esa es la lección.

¡Nuevamente, dar las gracias por esta entrevista y espero que sea del agrado del lector!

Saludos cordiales,

Joaquín Muñoz Gallardo.